El lunes 7 de octubre se celebró una reunión de la Agencia Europea de Aviación Civil (EASA) para discutir la situación en Oriente Medio.
A pesar de los esfuerzos de la Autoridad de Aviación Civil de Israel, la reunión terminó sin que se tomara ninguna decisión. Así, la recomendación del 1 de octubre, en la que la EASA aconsejaba a las aerolíneas que se abstuvieran de volar al espacio aéreo libanés e israelí a cualquier altitud hasta el 31 de octubre, seguía en vigor.
Las recomendaciones de EASA no son vinculantes, pero son utilizadas por compañías de seguros y comités operativos de aerolíneas, entre otros. Fue esta recomendación la que provocó que la mayoría de las aerolíneas europeas no regresaran a las rutas israelíes.