Encender velas y terminar el ayuno:
Jerusalén – 17:31, 18:46
Tel-Aviv – 17:51, 18:48
Haifa – 17:41, 18:47
Cerveza Sheva – 17:53, 18:48
Elat – 17:43, 18:49
Después de encender las velas, cúbrete los ojos con las palmas de las manos y di bendiciones:
1. “Baruj Ata, Adonai Eloeinu melekh aolam, asher kidshanu bemitsvotav vetzivanu leadlik ner shel Shabat ve-shel Yom HaKippurim” (Bendito eres Tú, Señor nuestro Dios, Soberano del mundo, que nos santificó con Sus mandamientos y nos ordenó encender la vela de Shabat y Yom Kipur).
2. “Baruch Ata, Adonai Eloeinu melekh aolam, sheeheyanu vekiemanu veigianu lazman aze” (Bendito eres Tú, Señor nuestro Dios, Rey del mundo, que nos diste la vida, nos sustentaste y nos permitiste vivir hasta este tiempo).
Yom Kipur plantea un doble desafío para las personas: debemos demostrar voluntad de pedir perdón y capacidad de perdonar a los demás. Admitir los errores y pedir perdón no es fácil, ya que las personas tienden a defenderse cuando tienen razón. La capacidad de perdonar a los demás también requiere superar resistencias internas, ya que muchas veces no queremos tratar más con quienes nos han herido.
Yom Kipur requiere que no sólo busquemos el perdón de aquellos a quienes hemos ofendido, sino que también estemos dispuestos a perdonar a los demás. La Halajá ordena no endurecer el corazón y aceptar una disculpa, incluso si el dolor fue profundo. El perdón expresa nuestra capacidad de elevarnos por encima de los instintos naturales para encarnar cualidades divinas.
El Todopoderoso perdona infinitamente y nosotros, siguiendo Su ejemplo, debemos aprender a perdonar una y otra vez. En Yom Kipur, a pesar de las promesas anteriores de no volver a cometer errores, volvemos a pedir perdón al Creador, esperando Su misericordia y creyendo que Él nos dará una nueva oportunidad para una buena entrada en el Libro de la Vida.