Según una nueva evaluación científica, las poblaciones de vida silvestre han disminuido aproximadamente un 73% en todo el mundo durante los últimos 50 años. Los expertos piden medidas urgentes, pero insisten en que “la naturaleza puede recuperarse”.
La mayor disminución en el número de vida silvestre registrada se produce en América Latina y el Caribe: 95%, según el último informe Planeta Vivo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL). Le siguen África, con un descenso del 76%, y la región de Asia y el Pacífico, un 60%. En Europa y América del Norte, la disminución del número de especies silvestres ha sido menos pronunciada, del 35% al 39% desde 1970.
Los científicos también advierten que la disminución de la población de vida silvestre podría acelerarse en el futuro debido al cambio climático, particularmente debido a los cambios en la selva amazónica, el Ártico y los ecosistemas marinos.
Basado en el análisis de casi 35.000 tendencias en las poblaciones de 5.495 especies de mamíferos, aves, peces, anfibios y reptiles en todo el mundo, el Índice Planeta Vivo es un indicador clave de la salud de las poblaciones de vida silvestre a nivel mundial. Esta métrica ha sido criticada en los últimos años porque algunos expertos creen que puede sobreestimar el alcance de la disminución de la vida silvestre. Los críticos han cuestionado la precisión matemática del método utilizado en el Índice. Sin embargo, coinciden en que otros indicadores también apuntan a deterioros significativos en la salud de muchas poblaciones de vida silvestre en todo el mundo.
“Debemos escuchar a la ciencia y tomar medidas para evitar el colapso”, dijo Susana Muhammad, ministra de Medio Ambiente de Colombia. “El mundo está siendo testigo de un blanqueamiento masivo de los arrecifes de coral, la desaparición de las selvas tropicales, el derretimiento de los casquetes polares y cambios importantes en el ciclo del agua, la base de la vida en nuestro planeta”, añadió.