Los investigadores han descubierto que el cuerpo humano gasta más energía cuando camina de forma intermitente que cuando camina de forma continua. Este método le permite quemar más calorías, lo que significa que podrá lograr rápidamente los resultados deseados manteniendo su figura y su salud.

En el estudio participaron voluntarios que caminaron distancias con y sin paradas. Durante el experimento, se midieron las necesidades de oxígeno y energía de los participantes. Las pruebas han demostrado que caminar y subir escaleras de forma intermitente requiere entre un 20 y un 60 % más de oxígeno, lo que es un indicador del gasto de energía.

“Cuando caminamos en ráfagas cortas, gastamos más energía y consumimos más oxígeno para cubrir la misma distancia”, dijo Francesco Luciano, investigador de la Universidad de Milán y coautor del estudio. Luciano añadió también que el consumo de energía al caminar se puede comparar con el de un coche, que consume mucho más combustible en los primeros kilómetros que después.

El estudio refuerza el conocimiento sobre los beneficios de las caminatas cortas y las escaleras, especialmente para personas que llevan un estilo de vida sedentario. El trabajo también ayudará a desarrollar programas de rehabilitación y recomendaciones de ejercicio para personas con movilidad limitada, como personas obesas y aquellas que han sufrido un derrame cerebral.

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