La edición estadounidense del Washington Post publicó un artículo con el título “Israel complica la última etapa de las elecciones, los demócratas esperaban que el problema desapareciera”.
Los autores de la publicación, John Hudson, Yasmin Aboutaleb, Mohamad El-Hamaa y Missy Ryan, señalan que la activación de las FDI en el Líbano y Gaza se ha convertido en un problema grave para Kamala Harris, la candidata presidencial estadounidense del Partido Demócrata. El actual presidente Joe Biden, en cuyo equipo se desempeña como vicepresidenta, primero pidió un alto el fuego inmediato después del inicio de la operación terrestre de las FDI en el Líbano, pero nueve días después apoyó abiertamente las acciones de Israel. Y por ahora, la administración estadounidense está tratando de no verse involucrada en la controversia pública sobre lo que Israel está haciendo para su defensa, buscando evitar una confrontación con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en vísperas de las elecciones.
El artículo señala que la administración Biden se apresuró a asegurar que la demanda de aumentar la ayuda humanitaria a Gaza, que, de no cumplirse, podría limitar el suministro de armas y municiones a Israel, “no debe percibirse como una amenaza”.
El apoyo inequívoco, aunque calificado, de la Casa Blanca a Israel complica el camino de Harris hacia la victoria en estados clave con importantes poblaciones árabe-estadounidenses y musulmanas, escribe WP.
Otro problema para Estados Unidos: un ataque israelí de represalia contra objetivos en Irán. Se espera que el ataque se produzca en los próximos días. En cualquier caso, es casi seguro que esto sucederá antes de las elecciones presidenciales estadounidenses, previstas para el 5 de noviembre de 2024.
También es casi obvio que no habrá alto el fuego ni en el Líbano ni en Gaza antes de las elecciones. Esto significa que el 5 de noviembre, cuando los votantes elijan entre Kamala Harris y Donald Trump, elegirán entre dos aliados de Israel involucrados en una guerra en varios frentes, en un momento en el que muchos en el campo de posibles partidarios del Partido Demócrata se oponen a Israel. Esto podría provocar una disminución de la participación de los votantes demócratas y fortalecer la posición de los republicanos.