La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, candidata presidencial estadounidense por el Partido Demócrata, celebró la eliminación del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah. Al mismo tiempo, expresó su preocupación de que esto condujera a una escalada de las tensiones regionales.
“Hassan Nasrallah era un terrorista con sangre estadounidense en las manos. Durante varias décadas desestabilizó la situación en la región. Es responsable de la muerte de libaneses inocentes, israelíes, sirios y ciudadanos de otros países. Hoy, las víctimas de Hezbollah recibieron una parte de justicia”, afirmó.
Harris ha expresado su compromiso inquebrantable con la seguridad de Israel y ha apoyado su derecho a la autodefensa contra Irán y sus representantes como Hezbollah, Hamas y los hutíes.
“Ni el presidente Biden ni yo queremos que el conflicto en Medio Oriente se convierta en una guerra regional. Estamos trabajando para lograr una solución diplomática a la situación en la frontera entre Israel y el Líbano para que las personas de ambos lados de la frontera puedan regresar a sus hogares. La diplomacia es la mejor manera de proteger a la población civil y garantizar la estabilidad a largo plazo para la región”, dijo en un comunicado.