Un estudio reciente encontró que la sanguinaria, una planta originaria de América del Norte, puede combatir una cepa de tuberculosis resistente a los medicamentos.
La tuberculosis es la segunda enfermedad infecciosa más mortal en todo el mundo y, lo que es más peligroso, está desarrollando resistencia a muchos de los antibióticos utilizados anteriormente para tratarla.
En su entorno natural, la sanguinaria es tóxica para los humanos, por lo que un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia Británica intentó encontrar una manera de reducir la toxicidad de la planta y aumentar su eficacia en la lucha contra la bacteria de la tuberculosis. Como resultado, se crearon 35 nuevos derivados, dos de los cuales, BPD9 y BPD6, demostraron una inhibición de más del 90% de 8 formas diferentes de Mycobacterium tuberculosis, 3 de las cuales eran particularmente virulentas y 5 resistentes a los medicamentos existentes.
Se necesitaron sólo ocho días para reducir significativamente el número de cepas de tuberculosis en ratones tratados con BPD9. Sin embargo, el equipo de investigación dijo que se necesita más trabajo para reducir la toxicidad de los compuestos y más pruebas en cepas resistentes a los medicamentos de la bacteria que causa la tuberculosis.