Laboratorio de Imagen Conceptual/Centro de Vuelos Espaciales Goddard/NASA vía AP
Los físicos estadounidenses han demostrado que la radiación de rayos X generada por una explosión nuclear debería ser suficiente para destruir un asteroide que amenaza a la Tierra.
El trabajo fue publicado en la revista Nature Physics.
En la película “Armageddon”, para salvar a la Tierra de un asteroide, los héroes tuvieron que colocar cargas nucleares directamente en el cuerpo del asteroide. Hicieron todo heroicamente, pero quizás haya otra forma, más confiable y segura.
Nathan Moore, físico del Laboratorio Nacional Sandia en Albuquerque (EE.UU.), y sus colegas demostraron lo que sucedería si una bomba nuclear detonara cerca de un asteroide. El equipo de Moore sostiene que los potentes rayos X producidos por la explosión podrían cambiar la trayectoria del asteroide.
El equipo utilizó la instalación Z del Laboratorio Sandia, que genera un potente campo magnético para producir altas temperaturas y rayos X. Los científicos dirigieron rayos X a dos modelos de asteroides del tamaño de granos de café (unos 12 mm). “Cerca de 80 billones de vatios de electricidad pasan por la máquina en 100 milmillonésimas de segundo”, dice Moore. “Esta intensa explosión eléctrica comprime el gas argón en un plasma muy caliente de millones de grados, que emite rayos X”.
Los modelos de asteroides estaban hechos de cuarzo y sílice. Cada modelo se adjuntó a una fina tira de papel de aluminio al vacío. Cuando los rayos X llegaron a los modelos, cortaron la lámina y los modelos comenzaron a caer libremente. Esto permitió observar el efecto de los rayos X en modelos en condiciones cercanas a las del espacio.
Los resultados del experimento, que duró sólo 20 millonésimas de segundo, mostraron que los modelos aceleraron a 69,5 m/s y 70,3 m/s, respectivamente, antes de evaporarse. La causa de la aceleración fue la radiación de rayos X, que evapora la superficie de los modelos y crea así un empuje que cambia la trayectoria del asteroide.
Moore dice que el método podría ampliarse para desviar asteroides más grandes, de hasta 4 kilómetros de diámetro. (El asteroide que destruyó a los dinosaurios era aún más grande: unos 10 km).
“Estamos interesados en los asteroides más grandes con tiempos de alerta cortos”, dice Moore. “Si hablamos de ellos, es posible que otros enfoques, como embestir el asteroide con un satélite, como se hizo en el marco del proyecto DART de la NASA en 2022, no funcionen”.
Moore cree que en el futuro será posible realizar una prueba en el espacio similar a la misión DART para ver el efecto de un ataque de rayos X sobre un asteroide real.