El jueves 26 de septiembre, las FDI notificaron al Tribunal Superior que los padres de los observadores asesinados el Sábado Negro el 7 de octubre en la base de Nahal Oz recibirán grabaciones de las últimas conversaciones de sus hijas.
El 8 de septiembre, familiares de 18 observadores presentaron una demanda contra las Fuerzas de Defensa de Israel ante el Tribunal Superior, exigiendo que se les diera la oportunidad de familiarizarse con las grabaciones realizadas el día anterior al Sábado Negro. Los padres de las niñas creen que se trata de una cuestión de mínima indulgencia por parte del ejército y expresan su desconcierto ante la negativa del ejército.
El sitio web Walla News escribe que la respuesta recibida por el tribunal por parte del ejército fue certificada por el jefe del Estado Mayor, el teniente general Herzi A-Levi. Dice que a los padres se les entregarán grabaciones de audio en las que se pueden escuchar las voces de las niñas, el día antes del “Sábado Negro” o del último deber de cada una de ellas.