Israel está planeando un poderoso ataque de represalia contra el ataque iraní del 1 de octubre, informa Axios. El objetivo principal es la infraestructura petrolera de la República Islámica del Irán. El columnista Barak Ravid señala que Irán e Israel están más cerca que nunca de una guerra a gran escala que podría abarcar a todo el Medio Oriente.
Irán ha dicho que si Israel responde al lanzamiento de casi 200 misiles iraníes, habrá un nuevo ataque con misiles. En este caso, dicen los representantes israelíes, las instalaciones de infraestructura nuclear iraní podrían ser atacadas. La cuestión de cómo reaccionará Irán ante esto sigue abierta, pero Jerusalén no excluye la posibilidad de que Irán haga todo lo posible.
Además de atacar las instalaciones de infraestructura petrolera, Israel está considerando la posibilidad de ataques al sistema de defensa aérea iraní y liquidaciones selectivas. Después del ataque de abril por parte de Irán, la batería S-300 fue destruida. Esto se convirtió en una respuesta simbólica destinada a poner fin a la crisis. Esta vez el golpe será más fuerte, dicen en Jerusalén.
El gobierno israelí celebró una reunión la tarde del 1 de octubre en un búnker subterráneo cerca de Jerusalén. Fue en ese momento cuando tuvo lugar el ataque iraní. “Irán ha cometido un grave error y pagará por ello”, afirmó el primer ministro Benjamín Netanyahu. La reunión duró varias horas, pero no se tomaron decisiones operativas.
La razón, afirma una fuente importante, es la intención de consultar con la administración estadounidense. Aunque la respuesta israelí será independiente, el Estado judío necesitará la ayuda de Estados Unidos para repeler un nuevo ataque iraní. Se necesitarán municiones adicionales y otras formas de apoyo.