El enviado especial de la administración estadounidense, Amos Hochstein, mantuvo conversaciones en Beirut con el primer ministro libanés, Najib Mikati, y el presidente del Parlamento, Nabih Berri. El objetivo de su misión era crear las condiciones para un alto el fuego entre Israel y Hezbolá.

Según el periódico libanés Al-Akhbar, afiliado a Hezbolá, el enviado propuso enmiendas de gran alcance a la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la Segunda Guerra del Líbano. Se alega que la propuesta estadounidense fue acordada con Israel.

Según la publicación, la propuesta incluye ampliar la presencia de observadores internacionales a la orilla norte del río Litani, aumentando el número de unidades de la FPNUL y del ejército libanés en la región fronteriza.

Las fuerzas de paz de la ONU deberían tener autoridad para inspeccionar cualquier lugar sospechoso de almacenar o transportar armas, incluidas casas y vehículos, así como para realizar inspecciones sorpresa, sin la aprobación previa de las autoridades libanesas.

Las fuerzas internacionales deberían vigilar la costa libanesa y realizar controles en los puertos. Los controladores de tráfico aéreo de la ONU serán enviados al aeropuerto internacional de Beirut. Se propone tomar el control de la frontera entre Líbano y Siria.

Los interlocutores libaneses de Hochstein le dijeron que la resolución núm. 1701 era clara y no necesitaba enmiendas. Tengamos en cuenta que esta resolución prevé la retirada de los militantes de Hezbolá de la frontera. Esta condición fue violada con el consentimiento del gobierno libanés y con la plena connivencia de la FPNUL.

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