Un equipo de científicos dirigido por la Universidad de Illinois (Chicago) demostró que el aumento medio de la esperanza de vida humana se ha ralentizado drásticamente en los últimos 30 años. Los científicos creen que la época del rápido crecimiento ha pasado y es hora de cambiar las prioridades.

Pero después de casi duplicar la esperanza de vida durante el siglo XX, la tasa de crecimiento se ha desacelerado significativamente en las últimas tres décadas. Ésta es la conclusión de un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Illinois en Chicago. A pesar de importantes avances en medicina y salud pública, la esperanza de vida al nacer en las poblaciones más longevas del mundo ha aumentado en un promedio de sólo 6,5 años desde 1990, según el análisis.

El trabajo fue publicado en la revista Nature Aging.

Este ritmo no cumple con las expectativas de muchos científicos, que creían que la esperanza de vida en el siglo XXI aumentaría a un ritmo acelerado y que la mayoría de las personas nacidas hoy vivirían hasta los 100 años.

Según el autor principal, S. Jay Olshansky, los mayores avances en la esperanza de vida ya se deben a esfuerzos exitosos para combatir las enfermedades. El principal obstáculo para una mayor prolongación de la vida siguen siendo las devastadoras consecuencias del envejecimiento. El científico afirma: “La mayoría de las personas que hoy viven en la vejez viven en una época creada por la medicina. Pero estas ‘curitas’ médicas prolongan cada vez menos la vida, lo que significa que el período de rápido aumento de la esperanza de vida Ya se acabó.”

Olshansky dice que aumentar aún más la esperanza de vida mediante la reducción de la morbilidad podría ser perjudicial: “Ahora debemos centrarnos en aumentar la esperanza de vida y centrarnos en aumentar la esperanza de vida saludable”, afirma el científico. Este es un enfoque completamente diferente: no nos centramos en la cantidad de años que una persona está viva, sino en la cantidad de años que está sana.

“Nuestro resultado refuta la opinión generalmente aceptada de que la reserva natural de longevidad de nuestra especie está en algún punto por delante y que la esperanza de vida natural supera la actual”, afirma Olshansky. “Por el contrario, ya quedó atrás: entre 30 y 60 años”.

Según Olshansky, aunque en este siglo más personas vivirán 100 años o más, estos casos seguirán siendo excepciones que no conducirán a un aumento significativo de la esperanza media de vida, pero la medicina y toda la humanidad tienen todas las oportunidades para prolongar una longevidad saludable.

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