Foto AP/Kirsty Wigglesworth
El primer ministro británico, Keir Stamer, dijo al parlamento que Gran Bretaña estaba considerando imponer sanciones al ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, y al ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, por sus comentarios sobre la guerra con Hamás.
Respondió así a la pregunta de si su gobierno planea castigar de alguna manera a los políticos israelíes que, según los parlamentarios británicos, justifican la hambruna en la Franja de Gaza. También se mencionan las declaraciones de Ben-Gvir, quien llamó héroes a los colonos involucrados en la violencia contra los árabes en Judea y Samaria. Keir Stamer dijo que el gobierno está considerando introducir sanciones personales porque considera que las declaraciones anteriores son “repugnantes”.
“Israel debe tomar todas las medidas posibles para evitar víctimas civiles, permitir que se entregue mucha más ayuda a la Franja de Gaza y permitir que los socios humanitarios de la ONU actúen con eficacia”, dijo el primer ministro británico.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, respondió inmediatamente a las amenazas de los dirigentes británicos. “Así como antes de la creación del Estado judío, los británicos intentaron destruirlo, así también después, en medio de una guerra por nuestra propia existencia”, señaló Ben-Gvir. “El mar sigue siendo el mismo, los británicos siguen siendo los mismos. Pero es hora de que se den cuenta de que los días del Mandato Británico han terminado. No me asustarán y seguiré actuando de acuerdo con los intereses del Estado de Israel y en defensa de los israelíes. ¡Qué vergüenza el Libro Blanco! (Estamos hablando del llamado Libro Blanco, informes del gobierno británico sobre el Mandato Palestino, que contenían un informe sobre acciones políticas – en particular, sobre la limitación de la inmigración judía a petición de los árabes, etc. – nota del editor.)