El aeropuerto japonés de la prefectura de Miyazaki fue cerrado temporalmente después de que una bomba estadounidense lanzada durante la Segunda Guerra Mundial y sin ser detectada durante casi ocho décadas explotara debajo de una de sus calles de rodaje.
La emergencia provocó la cancelación de 90 vuelos. El cráter formado como consecuencia de la explosión alcanzó siete metros de diámetro y uno de profundidad, informó el Ministerio de Transporte japonés. Fue un milagro que no hubiera víctimas: dos minutos antes de la explosión, un avión pasó por la calle de rodaje.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, los pilotos kamikazes japoneses emprendieron su último vuelo desde la base aérea de Miyazaki. Fue objeto de intensos bombardeos estadounidenses. En el recinto del aeropuerto se encontraron numerosas bombas sin detonar.