El subsecretario general de Hezbolá, Naim Qassem, pronunció su tercer discurso tras la liquidación del líder de este grupo terrorista, Hassan Nasrallah. Dijo que el grupo está dispuesto a un alto el fuego, pero que debe vincularse a la situación en la Franja de Gaza. No hubo tal vínculo en el discurso anterior.
“Nos pidieron que cesáramos el fuego y nos alejáramos diez kilómetros de la frontera para no provocar a Israel. Pero no cejaremos en nuestros esfuerzos por lograr un alto el fuego en Gaza. No aceptaremos las demandas de no vincular el Líbano y Gaza”, dijo.
El portavoz de Hezbollah también dijo que el grupo había restablecido su estructura de mando y estaba listo para continuar las operaciones militares. Amenazó con aumentar el alcance de los ataques y convertir a aún más israelíes en refugiados.
Esta declaración fue comentada por el presidente israelí Isaac Herzog, quien visitó el norte el 15 de octubre y visitó al personal militar herido en un ataque con vehículos aéreos no tripulados de Hezbolá en la base de la brigada Golani.
“Está equivocado, al igual que sus predecesores. Además, compartirá su destino. No sólo subestima a los israelíes, sino que está tratando de ocultar la amarga verdad: el hecho de que él y sus amigos trajeron el desastre al Líbano”, dijo Herzog.