Según The New York Times, existe controversia en el liderazgo iraní respecto a la posible respuesta del régimen de los ayatolás al ataque israelí a la sede de Hezbollah en Beirut y a la liquidación del líder de este grupo terrorista, Hassan Nasrallah.
Según la publicación, los halcones del liderazgo iraní insisten en un ataque inmediato a Israel para restaurar las capacidades de disuasión. Los representantes del ala moderada, incluido el presidente Masoud Pezeshkian, creen que de esta manera Irán caerá en una trampa israelí y piden moderación.
Como dijeron fuentes iraníes al NYT, la muerte del aliado más leal del régimen causó conmoción en Teherán. Los dirigentes iraníes no descartan que el próximo golpe sea asestar a Irán. Anteriormente se supo que el Líder Supremo de la Revolución Islámica del atolón, Ali Jamenei, fue transportado a un refugio secreto.
“Este es un golpe muy duro. Es imposible recuperarse de semejante pérdida. No comenzaremos una guerra. Irán apoyará simultáneamente a los grupos armados en la región y se esforzará por mejorar las relaciones con Occidente. Estos objetivos se pueden trabajar en paralelo”, dijo a la publicación el ex vicepresidente iraní Muhammad Ali. Atabani.