Los psicólogos han demostrado que las personas, en promedio, tienden a considerar que sus conocimientos son suficientes para emitir una opinión razonada. Los científicos han propuesto llamar a este tipo de sesgo “ilusión de suficiencia de información”.
Los expertos en psicología saben que la gente cree por defecto que sus puntos de vista subjetivos representan una comprensión objetiva de la realidad. Este fenómeno se llama realismo ingenuo.
El realismo ingenuo siempre da una respuesta sencilla a una pregunta compleja. Si alguien no está de acuerdo con nosotros sobre algún tema, se basa en información incorrecta, es incapaz de pensar lógicamente o es susceptible a prejuicios. Bueno, nosotros mismos, por supuesto, tenemos suficiente información, sabemos pensar y somos absolutamente objetivos. Pero el realismo ingenuo no es el único problema que hay que superar para aceptar los argumentos del oponente.
Psicólogos de tres universidades estadounidenses formularon otro sesgo, al que llamaron “ilusión de suficiencia de información”. El trabajo fue publicado en la revista PLOS.
Este sesgo hace que las personas piensen que tienen suficiente información para tomar buenas decisiones porque simplemente no saben lo que no saben.
Los psicólogos dan este ejemplo. El conductor se detiene detrás del coche en un semáforo. Luego ve que el semáforo lleva mucho tiempo en verde y que el coche que tiene delante no se mueve. El conductor empieza a tocar la bocina y a irritarse. Y solo habiéndose movido ya, ve que una madre con un cochecito cruzaba lentamente la calle, y el primer conductor estaba esperando a que ella cruzara. Para el segundo conductor, esta información pertenece precisamente al ámbito de las “incógnitas desconocidas”.
Para demostrar este sesgo específico, los psicólogos encuestaron a 1.261 estadounidenses utilizando la plataforma en línea Prolific. Los participantes en el experimento leyeron dos artículos diferentes sobre la escasez de agua en una escuela ficticia. Un grupo leyó un artículo que sostenía que la escuela debería fusionarse con otra escuela, y el segundo grupo leyó un artículo que sostenía que la escuela debería permanecer independiente. El grupo de control leyó ambos artículos.
El equipo encontró que la mayoría (76%) de las personas tanto en el primer como en el segundo grupo creían que tenían suficiente información para tomar una decisión sobre el futuro de la escuela. La decisión de fusionarse fue apoyada por el 88% de quienes leyeron el primer o el segundo artículo. En el grupo de control, sólo alrededor del 55% pensaba que la escuela debería fusionarse.
Pero después de que ambos grupos fueron expuestos a la segunda parte de los argumentos, los resultados fueron comparables a los del grupo de control: alrededor del 55% estaba a favor de la unificación. Los psicólogos creen que este resultado da motivos para el optimismo: la gente está dispuesta a cambiar su punto de vista bajo la influencia de argumentos racionales.