Los músicos de Pink Floyd vendieron los derechos de sus canciones, así como las imágenes visuales, a Sony Music Corporation. El Financial Times afirma que el acuerdo valía unos 400 millones de dólares. No incluye los derechos de autor de canciones específicas, que siguen siendo propiedad de sus autores, pero las cuestiones de publicación e interpretación de las composiciones, así como su uso por parte de terceros, ahora serán responsabilidad de Sony, y lo mismo se aplica a los derechos para reeditar todas las grabaciones clásicas de Pink Floyd. Los periodistas señalan que el acuerdo parece incluir también diseños icónicos para los lanzamientos de la banda, incluidas portadas de álbumes de Storm Thorgerson y el equipo creativo Hipgnosis.
Pink Floyd están lejos de ser las primeras superestrellas en vender los derechos de su catálogo anterior a grandes corporaciones: recién en 2024, representantes de Michael Jackson, así como los músicos de la banda KISS, firmaron acuerdos similares. En el caso de Pink Floyd, llegar a un acuerdo se vio complicado por las tensiones entre los dos principales compositores de la banda, David Gilmour y Roger Waters, así como por la postura política de este último. Waters es conocido por sus estridentes declaraciones antiucranianas y antiisraelíes; Su reputación ha asustado a algunos compradores potenciales del catálogo de Pink Floyd, según fuentes familiarizadas con las negociaciones. Anteriormente, la esposa de David Gilmour, Polly Samson, calificó a Waters de “antisemita hasta la médula”, y Gilmour firmó estas palabras.
Hace algún tiempo, Gilmour también comentó sobre la próxima venta de derechos de canciones de Pink Floyd en una entrevista con Rolling Stone. “Desde un punto de vista financiero, no lo necesito”, dijo. “Pero en los últimos años [ведение дел вместе с Уотерсом] Es como cavar en un lodo y mi sueño es no participar más en ello”.