En la noche del 10 de octubre se completó la evacuación de los ciudadanos de Turquía y de algunos otros estados del Líbano.
Para llevar a cabo esta tarea se asignaron dos barcos de la Armada turca, que embarcaron a unos 2.000 pasajeros.
Los ciudadanos evacuados fueron trasladados al puerto de Mersin, en el sur de Turquía.